Reseña

Han pasado 20 años desde la muerte de Tuti, un joven infractor resocializado y posteriormente asesinado. Este caso conmovió a la sociedad, provocando una serie de cambios, siendo el más destacado la creación de la fundación Roberto por el buen camino, cuya tarea consiste en ayudar a mejor la calidad de vida de los jóvenes en riesgo social.
En estos años, hay muchos motivos para celebrar, pero estos logros son una amenaza para quienes alientan la existencias de las pandillas y promueven la delincuencia. El odio, la venganza y el revanchismo, por un lado, la paz, el perdón y la mano fraternal que ofrece oportunidades se verán las caras nuevamente, procurando constituirse en la respuesta. Pero en verdad, esta respuesta está en nosotros y así lo expresan estas páginas.