Será siempre
Se trata de un libro de relatos brevísimos y de minicuentos, ese nuevo género que exige un singular dominio de todos los recursos técnicos de la narrativa, signados por la nostalgia, la emoción y los recuerdos de alguien que observa la vidacon la sabiduría de quien la ha vivido intensamente, y quiere compartir con nosotros, desde ese par de pequeñas joyas narrativas, que son los homenajes a sus padres “Tú en la sombra” y “Platero y tú” o la relación padres-hijosen “Más sabe el diablo”, minicuento que vale por un tratado de sicología infantil; “Viaje de los hijos” y el hermoso “Tao tao blablabla”; o los textos que abordan el tema del amor, la frustración amorosa en “La duda”, “Las aparecidas”, “Aunque tú”, por solo citar dos o los problemas de la violencia contra la mujer, en los excelentes textos “Por, Con, secuencia”, y “Buenos día, vecina”, los recuerdos de viajes, las semblanzas, la vertiginosa narración descriptiva de “Cuadra”, casi un ejercicio cinematográfico del Cine-Verdad para terminar con esa pequeña obra maestra que es “We have a dream”, un grito de íntima protesta por el fracaso de nuestros sueños.