María toda
María Toda es un libro escrito a base de sensaciones. Los escenarios apenas se dibujan, la mayoría de los personajes ni siquiera tienen un nombre: un marinero, un pintor, un muchacho muy joven, pasan por la escena y son como frágiles marionetas. Las anécdotas son siempre mínimas y se elude continuamente el diálogo. María es una especie de fuerza elemental: no sabemos dónde y cuándo nació, se nos ofrece una especie de sumatoria de fotografías de sus acciones y su propia muerte es tan misteriosa como su existencia.
María Toda no es la imagen de toda María y mucho menos de toda Lourdes, es una confesión a la que no seguirá la conversión y mucho menos la absolución. Es el libro de quien ha descubierto que el vivir acaba obligando a discurrir y a buscar un sentido oculto en ese discurso. Se trata de hacer hermenéutica de la propia vida.