Reseña

Lucas Espirel, el mejor mercenario de la provincia de Vénix entra en los terrenos de la mansión Chrysanthemum por pedido de un cliente desconocido quien solo exigió una cosa: matarlos a todos y no dejar ningún testigo. La noche cae y con ello, la familia Chrysanthemum huye para salvar su vida del mercenario quien ya ha acabado con la vida de muchos de sus soldados y ahora amenaza las suyas.

Mientras tanto, doce años atrás, Valk Chrysanthemum el mercenario mejor pagado de su época muere sorpresivamente, y lo único que dejó fue un testamento que impactó a todos familiares; su herencia fue una espada destinada a la hija menor de los Chrysanthemum, y una extraña petición. Quería que la propia Chryslette recitara las siguientes palabras en voz alta: “Te acepto, Bloodline. Tu sangre será mi sangre”.

Aunque en su momento, nadie comprendió la petición del gran mercenario, el día en que todo cobre sentido por fin ha llegado. El capitán Bartolio, la última defensa de la mansión Chrysanthemum, cae muerto frente a la familia y, detrás de él, Lucas Espirel se abalanza contra ellos. Al ver que la vida de su familia corre peligro, Chryslette se desespera y, en el último segundo, une fuerzas con la voz en su cabeza quien realmente resulta ser el portador del pacto Bloodline.