Reseña

La violencia se manifiesta en muchas formas, algunas tan sutiles, que es casi imperceptible, no obstante, las víctimas de ello, lo sufren, lo viven y lo padecen.
Ello, hace necesario un análisis exhaustivo, del tipo de víctima, el daño recibido y las huellas físicas y emocionales que dejan.
Vivir en un entorno violento, puede producir secuelas a largo plazo, que, en alguna etapa de la vida, se manifestarán ya sea con alguna alteración psíquica o conductual.
Es vital, trabajar en programas de prevención de la violencia, sin hacer de ella, algo normalizado, que poco a poco coloque a la sociedad en una situación de indiferencia o miedo.
Dejar de ser víctimas y victimarios, es el único camino, para culminar con delitos como las lesiones, homicidio, feminicidio, violencia de género etc.
Las víctimas pueden callar, o denunciar, pero la memoria, siempre recordará, lo que la violencia, dejo como huella eterna.