Reseña

A veces nuestra vida requiere de grandes eventos para cambiar su curso. El dolor, la angustia, la frustración, la muerte ponen a prueba a cualquier ser humano, hacen que claudique y baje los brazos en señal de derrota. Pero si tu oración a Dios, aunque seas ateo, es desde el corazón, si Dios percibe en ella tu desesperación e impotencia ante lo que vives y ha visto que tu dolor ha sido prolongado y decide, a pesar de tu indiferencia hacia ÉL hasta ese momento, escuchar y ofrecer un nuevo comienzo y te dice literalmente:”Estoy aquí” sentirás una bocanada de vida y amor y no tendrás más opción que correr a sus brazos y decirte a ti mismo DIOS EXISTE.
En este libro su autora da testimonio de sus experiencias con Dios a través del Espíritu Santo y pone a disposición de los lectores sus vivencias.