Reseña

Por mucho tiempo la marihuana ha sido satanizada por varios sectores que van desde el religioso, político, social hasta el familiar, pues se cree que dicha planta produce daños a la salud.
En varias de las altas cortes de América Latina optaron por mucho tiempo en prohibir el consumo de cannabis, siempre pensando en la salud de la población en general.
Últimamente el consumo aumentó, no sólo de manera lúdica, sino también médica, cosmética e incluso comestible, para lo cual muchas personas en América Latina han buscado por todos los medios su regulación y legalización.
Mucho se habla de un derecho al libre desarrollo de la personalidad, pero poco se ha hecho para salvaguardar ese derecho humano consagrado en varias constituciones y en los tratados internacionales de los mismos. Asimismo, se habla de un derecho a la salud, pues la planta ha sido empleada para tratar a muchos pacientes con diversas enfermedades tales como el cáncer, la depresión, la ansiedad, e incluso, lesiones de los deportistas.
El consumo de la marihuana en cualquiera de sus presentaciones es una decisión muy personal que debería ser respetado por los demás y las autoridades, cuestión que lamentablemente no ocurre, y muchas veces es discriminado por la sociedad y castigado por las autoridades.

“Hay cambios que urgen”