El verano del muerto
Una historia de amores truncados; memoria persistente que resguarda momentos de felicidad y hechos dolorosos que no han sido superados; vidas amenazadas por la miseria, el desamor, el engaño. El esclarecimiento de la verdad sobre una muerte violenta permite al narrador adentrarse por los entresijos de la naturaleza humana y construir una trama donde se enfrentan enigmas, incomunicaciones, sesgos, errores y sugestiones. El aferrarse a los recuerdos genera rupturas con la realidad actual, porque la pretensión es un camino demasiado angosto por el que muy pocos logran pasar. Sin embargo, aunque la Mona, uno de sus protagonistas, afirme que "hay tres cosas que un hombre debe hacer solo en la vida: nacer, llorar y morir", la historia no renuncia a la felicidad, lucha por la vida y defiende la capacidad regeneradora del amor.