Desolación
el tiempo que no vivimos
La escritora Sonia Ehlers, juega con una gran variedad de elementos —cuentos cortos, ficción dentro de la ficción, poemas, un concepto global cercano a la novela, tópicos, lenguaje de la calle, lenguaje elaborado, diálogo con el lector— y perspectivas, lo que le proporciona libertad de movimientos. Lo llamativo es la manera tan natural en que los integra, sin necesidad de etiquetas de vanguardia o experimentación. En realidad, cualquier escritor que se preocupe por no plagiar con descaro las huellas de sus antepasados debe experimentar constantemente, como alquimista en su cueva. El resultado se muestra como hijo legítimo de su tiempo, un paso adelante hacia las nuevas formas de una conciencia literaria moderna.
Álvaro Valderas