Lo bailado nadie me lo quita
El concepto de aunar metaliteratura e intrahistoria es fantástico. Lo encontraremos en esta obra. Es una colección de relatos diferentes que nos abre una ventana a momentos particulares de un curioso recorrido vivencial inspirados en los relatos: de un amigo suyo. La autora nos lleva de la mano al campo de su niñez, a la ciudad de su adolescencia y madurez revelando su amor por la cultura y el aprendizaje que se nutre de todo lo que encuentra en su caminar. Nos pasea, hábil y deliciosamente, por la literatura, la música, la plástica y por coyunturas de la historia patria. Su rica narrativa nos hace sentir, vívidamente, lo cotidiano y lo extraordinario tanto desde el de su infancia como desde un internado de niñas, y luego, desde su familia de adulta, antes y después de volver a encontrarse con un nuevo compañero.