No quiero que te vayas
Este cuento es para ti, mamá o papá que también debe ausentarse.
Para ti que trabajas lejos, que viajas, que vuelas o que simplemente debes salir cada día dejando un pedacito de tu corazón en casa. Y la despedida siempre nos deja un sabor amargo.
Que esta historia sea un recordatorio de que el amor verdadero no se mide en kilómetros ni en horarios, sino en miradas, en promesas dulces, y en ese lazo invisible que nos mantiene unidos más allá de la distancia.
Porque aunque a veces tengamos que irnos, el amor por nuestros hijos sigue intacto.
Y el amor, cuando es de verdad, se queda cerca.